miércoles, 3 de marzo de 2010

Revista nº 8 -CLUB DE POETAS DEL SUDESTE CORDOBÉS

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EL CAMPO DE JUEGO

La dicha de mis días se fue perdiendo en el campo de juego, cuando tenía la ilusión en vivir de una manera diferente.
Esa pulseada por aquellos años, te llevé junto a mí tomados de la mano entramos y tu, te quedaste observando el partido. En un costado veías mis jugadas, aquellas que eran muy fácil de llegar al gol pero la pelota no iba por donde yo quería, igual me animaba a ese desafío estaba firme defendiendo el partido y tu, te quedaste allí como pidiéndome un beso.
Pensar que había momentos en que no te veía porque la mente estaba cagada, tenía que jugar pero mi cuerpo no daba para más, tu estabas allí ya vacía de ilusiones, todo se había perdido, todo se había consumido, y perdimos el partido, por tu culpa botella de cerveza.

Inriville –Cordoba
Natalio Simonetti-



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RIO CEBALLOS

quiero encontrar tu voz río Ceballos
en el rumor de los siempre verde
en la línea de agua tan callada
y entre los pájaros de colores tenues.

quiero encontrar tu voz río Ceballos
en una siesta de invierno en la vereda
en callecitas que suben muy despacio
con la brisa arrastrada de las sierras.

porque cerquita de tu son y canto
hay un aire limpio a paraíso y menta
y la presencia de tus viejas piedras.

y está la gente con alba en la mirada
que su vida se alegra cuando llega
la poesía un día por su cuadra.

Aida Roisman –Rio Ceballos-Cba

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SAGA DE GOLONDRINAS


No te rindas, atrévete a volar,
deja tu estela indeleble
sobre el firmamento,
homenajea a tus congéneres abatidos
por la ignominia.
Reconquista horizontes.
Tú que ciega naciste,
descubre la luz,
esa luz que templa en acero
la mente y el alma.

Inaugura tu viaje magistral
sobre este mundo sin esperanzas,
postrer ejemplar de tu especie,
vuela sobre los descarnados despojos
de una idealidad crucificada.

Despliega tus relucientes alas
uniendo tu errar al de otras aves,
alíate al cóndor y al gorrión,
valientes ocupantes de cumbres y balcones,
resistentes sobrevivientes
a la iniquidad humana,
que todo lo destruye
en pos de ídolos profanos.

Dibújame con el negro brillante de tus plumas
o el blanco níveo de tu pecho,
un futuro de retorno a la esperanza
un recuerdo de mártires anónimos
surcando los cielos de mi patria.

Vuela alto, rompe cadenas,
libre y emblemática,
última golondrina de tu saga
de utópicos incurables,
o muere en libertad,
abrazada al sol,
que en el horizonte,
en rojas lágrimas de impotencia
se desangra.


María Magdalena Gabetta - Río Tercero - Córdoba

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SUEÑOS

Me siento azul,
sendero de espuma y mar.

Me sueño,
jilguero, gaviota,
rosa, jazmín.

Me sueño,
caricia y látigo,
verso enamorado,
poema sin fin.

Me sueño,
silencio y voz,
palabras surgidas del corazón.

Me sueño,
plena, feliz,
mariposa multicolor.

Me sueño,
mujer.

Alicia Gilli –Cruz Alta –Córdoba
Editado en: “De Baigorria con Amor 2008”


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TIEMPOS

Dicen que los sueños
cautivan los tiempos
arrullan la cuna
con sabor mamas
y siento en el alma
su canto de nanas.
me invadio la nostalgia
yveo que aquello
ya es mi morada.
Me lleno de emoción
el fulgor de la luna
que alumbra el recuerdo
en esta canción.
Venceré los miedos
tú seras la estrella
controlaras los sueños
que llevo por dentro
y espero y confio
darle tiempo al tiempo.

Norma Ereza -Monte buey-cba

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POSTA DE LA CRUZ ALTA

Fue un venticinco de Febrero,
de hace màs de tres siglos
que un gran visionario español
se afincó en estas benditas tierras

Antigua “Islas de Càmara”,
escondite del nativo
donde Martín de Salvatierra
por ellos fue abatido.

La cruz alta en su tumba
dio nombre a este paraje
en donde “Jacinto Piñero” màs tarde
erigió el casco de su estancia.
En tu camposanto cobijaste
los despojos de “Liniers”,
y en una vieja casona a Belgrano
con su “Ejército Auxiliar”.

Fuiste el descanso obligado
para los osados viajeros del Camino Real
verdaderos pioneros de la epopeya Nacional.

Fuiste víctima del odio
entre invadidos e invasores,
y siempre te ha cobijado
la misericordia de “Nuestra Señora”.

Sumida en la miseria,
la muerte y el cautiverio,
solo viste una luz
cuando llegó el sendero de hierro.
Con él... llegó el inmigrante
muñido de sueños y fuerza,
para domar con la reja
a esta salvaje tierra.

Del indio al conquistador,
y del gaucho al inmigrante,
hoy te alzas esbelta y luminosa
¡Próspera ciudad de Cruz Alta

Sergio Bravi –Cruz Alta -Cba
Editado en: Acuarela Literaria 15



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MILAGRO DE AMOR

Me amas como el mar a la arena
como él me besas y te alejas.

Te amo como el árbol a la tierra
como ella te ofrezco mi existencia.

El destino nos regaló este amor
que vive en mágico silencio
agitando el alma, quemando la piel
guardando en la sangre sabores de miel.

Maria Isabel Clausen-Gral Roca -Cba

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Al final del camino
la casa.
Entre las sierras
espera:
la cripta
el amor
y Leonor
- con su sueño inconcluso-
y el arroyo
- Heráclito que discurre entre las piedras-
y un poema
escritura en la pared
que dice:

Caminante tu que pasas a la fuente
moja tus manos y deja
que unas gotas como lágrimas
deslían sobre la hierba

He leído estas palabras

-muchas veces-
sin saber que me nombraban.


****

Me nombraba.
Sin saberlo, me nombraba
Pedro Juan Vignak
el poeta
y dice:
hoy las hierbas florecen en su recuerdo
Entonces
descubrí en mí
y en el jardín abandonado
flores silvestres.

****


Flores silvestres
y ahora es invierno
es el dos mil cuatro en el calendario de la vida
es el mes de julio
en Villa Leonor, en Cabana

donde las sierras se visten de espinillo y pasionaria.


****

Donde las sierras se visten de espinillo y pasionaria
emerge de la tierra, la cripta.
La capilla
cúpula blanca

-umbría catedral es la montaña-

que extraña, con sus formas caprichosas me aguarda.

¿Qué busco? -me pregunto.

Miro hacia el pasado
hurgo en el secreto

¿Qué busco entre las flores secas
que alguien abandonó sobre las lápidas?

¿Una imagen en la escritura de la noche?

¿Mi retrato?

Laura Mauvecin-cba
Fragmentos del libro: La casa del amor y de la muerte (capilla Buffo de Unquillo)

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INDOMITO

El tiempo se fue llevando
mi fantasía
los locos sueños de entonces
mi algarabía.
Despacio me fue domando
la rebeldía
y me fue domesticando
día tras día.

Ya no galopa el caballo
que ayer corría
indómito por el campo
con su alegría.
Hoy vive amarrado al carro
de la rutina
obedeciendo la rienda
que tira y tira.

Y soy uno más de tantos
que andan la vida
con el paso resignado
y el alma herida,
con los sueños marginados
la fe perdida
añorando del pasado
la rebeldía.

Del indómito que entonces
yo me creía
quedan sólo los recuerdos
vaya ironía.
Hoy vivo amarrado al carro
de la rutina
obedeciendo la rienda
que tira y tira.

Jose luis Alarcon-Justiniano Posse -Cba

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EL LORO DEL DISCRETO HABLAR

trepa a los hombros,
(hambres, otros nombres)
días radiantes
y canta “Hotel California”.

(del centro al margen,
de abajo arriba
de derecha a izquierda,

la línea del pincel)


Lo pinto en maderas,
texturas de viejos roperos,
o descoladas mesas de luz,
ventanas de pensión,
hoteles de mala estrella,
en obsesiva traducción de los afectos,
sobre arte secuencial.

Parlotea por los muertos
y cierta vez, en un bar de Montevideo
fumó de tirón,
“la vida breve”.

este animalito
verde cuenco de oro,
literatura de cordel
palórica

parece en noches extenuantes,
resacas remanentes
Yo soy loro
luna, espejos, bajo el mar.

El loro del discreto hablar,
borra los tonos chillones del mundo
y solo deja su corazoncito desnudo;
simple coeur,
se eleva en portavoz,
humito de esta selva
en el cielo del salvaje.


Se disuelve la flor, el pensamiento
aire lúcido, quietud del tiempo

los trabajos primordiales, y dice:
“Hacete amigo de las plantas…ellas
te van a enseñar….


El loro del discreto hablar
nos habla,

porque supimos fortalecernos
en pequeño amor.

Normand Argarate-villa María -Cba
de "El loro del discreto hablar"


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HOTEL VIENA

El sol ilumina entre las ruinas,
un coloso a orillas del mar.
Orgulloso se yergue en su ocaso,
sus pies carcomidos por el salitral.
Las altas ventanas cegadas por gruesos maderos,
miran a hurtadillas las blancas gaviotas
que indiferentes vuelan hacia el mar.
Ya no hay viajeros ni coches de lujo
llegando al portal.
Se apagó la música de alegres saraos,
en el suntuoso salón principal.
¿y aquellos jardines de hermosos diseños?
Guirnaldas de flores, glorietas sin par!
¿Dónde su piscina de aguas termales?
Todo, todo es un lodazal!
Gran Viena es su nombre, está en Miramar.
Pequeño museo muestra pobremente,
algunos despojos del lujo inicial,
y entre las ruinas de rotas paredes
vagan los fantasmas,
que otrora brindaron por la eternidad….

Teresita Bovio Dussin
San Francisco – Cba


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CANTAR DE SUEÑOS


El asombro agranda la mirada del hombre,
en el niño que fue
cuando cervatillos cantarines, en bañados bullentes, agitaban pinares,
y silbidos se oían entre las hojas de vientos suaves sin zozobras,
y las nubes, en cortejo, iban con imagen de tarjeta nueva,
en vuelos de cipreses, en círculo de pájaros

En mis círculos de hoy, se agitan huecos de ausencias,
anidan pájaros de tristeza,
incrustadas en arenas, entre colinas del silencio.
Ningún sostén, en el poste de los tiempos.

En esteros del cariño, el brotar del alba,
mutado ha sido,
por jóvenes con olor a fresas agrias y piel gardenia.
Y sigue el tiempo en infinito…

En capullos de amarantos y glicinas, nacerán pezones
los vientos callejeros soplarán candor de inocencia,
macerarán vinos en toneles de olvido plenos de adioses,
mientras la tierra seguirá caminos con rapidez de luz
en girar de órbitas, hacia otra estrella…
Y yo, sólo seré un recuerdo de perfiles
que desdibujará el ayer.

Edda Ottonieri de Maggi –Marcos Juarez- Cba

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CHILE LLORA

“Una columna ciega de ceniza se tambaleaba en medio de la noche.
Yo te pregunto: he muerto? Dame la mano en esta ruptura del planeta
mientras la cicatriz del cielo morado, se hace estrella”
Pablo Neruda

Chile me mira con sus ojos profundos y llora.
Con su mirada tierna de araucaria, de cactus, de gaviota.
Y llora, otra vez, llora.
No te vaya tan lejos, poeta a buscar el llanto.
Está aquí. Rojo llanto de ceniza y lodo.
Llora Santiago a los pies del Huelén.
Llora Michimalonco, Lautaro, Caupolicán.
Gabriela, Allende, Neftalí.
Valdivia se revuelca en su propio espanto
La tierra clama y estalla y detona su furia.
Huyen los obreros, los mineros, los niños.
Pálidas mujeres de rostros macilentos.
El guanaco y el puma. La alpaca y la vicuña.
Huye el verano y su violento olor a primavera.
Es reemplazado por el olor de muerte.
Las voces del Arauco son un grito de piedra.
Los Andes. Magníficos. Soberbios. Se desgajan.
El cobre es una antorcha ciega.
La luna un temporal de sangre.
Vuelve el caballo desbocado del miedo.
Desafila la espada del relincho.
Corta las riendas, abre catacumbas.
Se levantan y caen, mapuches y pehuenches.
Hay una congoja de adobe que estremece
En medio del Desierto, María Elena, cubre sus llagas con salitre.
Chile me mira. Y me nombra y te nombra...y espera.
Amor, hermano, polen americano. Ave Fénix.
Sube tu sol por mi garganta, rasgúñame en el pecho...
Y lloremos hermano. No ha de ser el primero.
Tampoco él último lloro... ni el último, apasionado, canto.

Amelia Arellano -San Luis-Argentina

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CORPULENCIA


Con semejante físico, es lógico, se da el gustazo de trompear, de vez en cuando, a escogidos cretinos en tren de patoteros. Ha noqueado, por ejemplo, a energúmenos choferes de colectivos. ¿Por qué limitarse a una discusión estéril, pudiendo escarmentarlos? ¡Ha corregido a tantos, elevándolos con naturalidad por sobre su cabeza, agitándolos, hasta hacerles deponer actitudes necias, presuntamente arraigadas! Impuso siempre su corpulencia, y permítaseme enunciarlo así: su preclaro vigor, como factor desmoralizante frente a comportamientos repetitivos de groseros y malintencionados. Ya desde la niñez el admirable Hércules implementó los mentados recursos. Con las mujeres se contiene: se limita a la —también mentada— estéril discusión.

Rolando Revagliatti- Bs As

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JOSEFINA
Dedicado a R.A.K

Pronto nacerá Josefina.
Su mamá y su papá besarán el rostro angelical de la niña.
Su llanto irrumpirá en la habitación como cadenas que se desarman,
como una luz que estalla en medio del vacío.
Ella no entenderá, pero sus padres sí.
Volverán a su casa
y esos baches de silencios que ardían en las noches ya no existirán,
ni esa angustia que los asaltaba en la madrugada,
ni esas puertas que solían cerrarse fuertemente,
dividiendo los espacios.
Ahora esas puertas van a abrirse despacito
para ver si Josefina duerme.
Él al volver del trabajo ya no sentirá ese vacío
de no aguantar ni su sombra.
El ángel de la concepción sujeta su mano
y juega en el vientre materno,
ella sonríe y da sus primeras pataditas cómo queriendo salir.
Pronto llegará el día
y su llanto se apagará cansado al llegar la noche.
Sus padres se mirarán y se abrazarán fuertemente
ocultando las lágrimas de felicidad.
El hogar arderá entre las sombras.
Alguien más respira en la casa.

Melisa Ferraris –Estacion Matilde – Santa Fe

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¡EL AMOR!

Las lágrimas rodaron mis mejillas
cuando te vi agazapado en esas páginas,
mis manos comenzaron a mojarse,
mis sienes se perlaron de fragancias.

Ya no pude detener ese galope
que salía desde dentro de mi alma,
cabalgaba como loco hacia tus letras
destruyendo los cimientos de la casa.

Y me enoja y desconcierta que no sepa
o no quiera entender cómo es el juego,
donde sólo apareces si te antojas
esperando yo una vida ese momento.

Más, ¿cómo hago frenar ese desboque
si es su esencia, su ilusión, su vida misma?
No puedo pretender que vea claro
si el amor le recubre sus razones.

Dejo entonces que vaya hacia tu encuentro
transformando sus latidos en piruetas,
engañándose a sí mismo en su agonía
de sentir que está al fondo de la grieta.

Zaidena- Elortondo –Sta Fe

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CRIATURA DE CRISTAL

Entre brazos vacíos,
Se abre un abismo
Y en las entrañas un agudo dolor
De un vientre perdido
De un vientre que sangra vacío.
Ya no hay dolor, solo en aquel cuerpo
Si no, que también la muerte te traspaso.
En el más oculto silencio
Tu llanto no fluyo,
Y se perdió, en la inmundicia de un frío y sucio basurero
En un oscuro callejón.

Solo el asesino, de inertes pequeños destinos.
Sabe cuantos de vosotros mudos han muerto
Los días van pasando y sus muertes inmunes van quedando
No hay rostros
No hay llanto
Solo asesinos sin nombres,
Y madres sin corazones.

Nadie los conoció
Nadie sintió vuestras vidas
Nadie los recordó
Nadie vuestra partida lloro
Solo les queda a sus almas, una frustrada resignación
Son vuestras almas,
Almas de justos.
Que lloran justicia
Y piden piedad
A aquella sorda sociedad

Es triste saber y haber vivido dentro de tu asesina
Quien tomo entre sus manos tu derecho ala vida.
Fue tu destino criatura cristalina
Solo saber de tu muerte.
Y jamás haber conocido la vida.
Fuiste nada para ella,
Eres nadie para los demás
Eres nadie para nuestros ojos
Eres nadie para esta sociedad
Eres nadie, nadie, nadie
Eres el que no nació.
Criatura no nata te llaman hoy
Aborto es la verdad de la definición
Esa es mi dulce alma tu condición.
Eres solo una estadisticazas más .de los horrores
Que se permite en esta sociedad.
De esta hoy casi inhumana humanidad.

Solo perdón
Solo perdónanos
Por no recordar, que la libertad.
No es un derecho para matar.
Si no un privilegio, para vivir.
Y que su límite, es cuando comienza, tu derecho a vivir.


Estas entre los justos
Mi criatura de cristal
Entre los que piden justicia a esta ya ,
Inhumana humanidad.

Roxana Paredes Navarro-Puerto Montt -Chile

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EL DESEO

¡Que bella sensación, la del deseo!
Mil emociones nos inundan cuando,
Por acaso, este céfiro
Nos invita en su mundo…

¡Debo dejarme hacer!
¡Sobre todo no luchar!
Un dulce calor se apodera de mi ser
Ordenándome de bailar

Este deseo, esta linda melodía
Que quiere hacerme tambalear
En tus brazos, me murmura al infinito
La canción de incandescentes besos…

Quisiera que este momento
Nunca se detenga;
Embriagarme, despacito,
Y jamás pensar más.

Este deseo intenso y turbador,
Que nada detiene; insistente
Y audaz; quema ardientemente
En mí, como un volcán…

No debo rendirme fácilmente
Para que viva en mí esta llama tan dulce;
Debo preservarla amorosamente
Para gustar este placer antes de que se embota…

Quiere poseerme toda entera
Y me hará caer bajo tu encanto de seductor,
Y tú, me abrazaras en tus brazos, cerca de tu corazón,
Para que juntos, contemos el amor y sus misterios…
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LE DESIR

Jolie sensation que le désir !
Mille émotions nous inondent
Lorsque, par hasard, ce zéphyr
Nous invite dans son monde…

Je dois me laisser faire !
Surtout ne pas lutter !
Une douce chaleur s'empare de mon être
Et m'ordonne de danser…

Ce désir, cette belle mélodie
Qui veut me faire chavirer
Dans tes bras, me murmure à l'infini
La chanson d'incandescents baisers…

Je voudrais que ce moment
Ne s'arrête jamais ;
M'enivrer, tout doucement,
Et ne plus penser…

Ce désir intense et troublant,
Que rien n'arrête ; insistant
Et audacieux ; brûle ardemment
Au fond de moi comme un volcan…

Je ne dois pas lui céder facilement
Pour que vive en moi cette flamme si douce ;
Je dois le préserver amoureusement
Pour goûter ce plaisir avant qu'il ne s'émousse…

Il veut me posséder toute entière
Et me fera tomber sous ton charme de séducteur,
Et tu m'enlaceras dans tes bras, près de ton cœur,
Pour qu'ensemble, nous contions l'amour et ses mystères…

Françoise Marie BERNARD –Aurillac –Auvernia - Francia

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AGONÍA

La palabra que se fue
El beso que quedó
La angustia que todavía juega
Con la tristeza de este corazón

Una melodía que te busca
Un recuerdo del mas allá
Y en medio de tanta melancolía
Se ríe la soledad

Una copa que no es de nadie
Un silencio sin verdad
Una caricia que me prestan
Para aliviarme de este mal

Los días que se suicidan
Y las horas pasan con tranquilidad
La vida juega a la ruleta
Sin dinero que apostar

El viento trae tu nombre
El vino tu recuerdo
La verdad una mentira
Y la agonía un sueño

Por eso aunque te pierdo
Mi corazón aún te siente
Latiendo cada vez más despacio
En el letargo de este tiempo

Pablo Maneglia – Lomas de Zamora –Bs As


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PRINCIPIO Y FIN DE UNA CARRERA ARTÍSTICA

Allá por los años mil novecientos veinte y tantos…trabajaba como puestero en la estancia de Don Juan Bonazzola, un criollo del lugar y tocayo del patrón: Don Juan Castillo Cabral, como gustaba que lo llamaran, con ese orgullo del pobre “que lleva dos apellidos”; su mujer, Doña Justina Acosta Ríos y parte de su prole, que ya apuntaba como numerosa, a saber: Domingo, (Negro), Carlitos, Blanca, (Ñata) y Yolanda, (Yola). Con el tiempo se agregarían: Elba, (Picho), Alcides, (Tití), Sara, (Coco) y Nélida, (Cori).
Los días en el puesto transcurrían siempre iguales: enfardar, ordeñar las vacas, darle de comer a las aves de corral, labores propias del campo, y también los trabajos domésticos indispensables para el buen pasar de la progenie: elaboración de manteca, quesos y dulces, amén de la limpieza del hogar y los niños. Domingo no contaba mucho en el diario trajinar , pues una mala enfermedad y una perversa situación económica , hizo que el bueno de Don Adriano Sosa, un gaucho de ley sin descendencia masculina, lo apadrinara y lo tomara bajo su protección , estableciendo así lazos tan fuertes como los de la sangre, que uniría para siempre a las familias. Pero la presencia de Carlitos valía por los dos.
Cuántas travesuras podían hacerse lo tenían de protagonista, además de sus mentadas cualidades de muchachito bueno para la monta y arreo de caballos…por lo menos, hasta el bebedero; aunque alguna vez, con pocos años, participó de un azuzo hasta Santa Fe.
Por el año 1924, se convulsionó la dispersa población de las estancias, ya que se filmaba en la de “Maciel”, y la de “Mouri”, cercanas a nuestro Coronda, una película (muda), de corte gauchesco. El guión cinematográfico giraba alrededor de un conflicto de razas, entre un inmigrante inglés, dueño de una hacienda, y un criollo de un establecimiento vecino, rivalidad que culmina en una carrera cuadrera, donde compiten un caballo vernáculo, y un pura sangre, llevando el argumento a la máxima expresión cuando la competencia culmina con el triunfo del flete gaucho.
Esta película llevó el título: “El amanecer de una raza”, y requería de la presencia de las peonadas para la filmación de escenas de la carrera y otras destrezas nativas.
En uno de los pasajes se veía a Doña Clara Acosta ordeñando las vacas, papel que nada le costó interpretar, porque constituía su trabajo diario, realizado bajo la atenta mirada de los niños, que esperaban “al pie”, para beber leche fresca.
Así fue como partió Don Juan rumbo a la convocatoria, con los mejores aperos sobre su más lucido caballo, por otra parte, el único de su propiedad, vistiendo sus pilchas domingueras; seguido de cerca por Carlitos, que a la sazón contaba nueve años, más o menos, quien no quiso quedar atrás, y después de sortear lo reparos de la madre, decidió también él conocer a los puebleros, que con sus aparatos raros iban a perpetuar la memoria del paisanaje.
Flete lindo…montado en caballo muy alto para su dueño, al que hubo que ayudar a subir por medio de un palenque y un brioso salto, aquietado así el jinete sobre un mullido cuero de oveja. De esta manera, Don Juan y Carlitos participaron como extras en esta película, formando parte del gentío, y de los protagonistas en las carreras de sortijas, el pato, escenas de la yerra, y otras, donde se mostraban destrezas típicas… ¡y lo mejor de todo!, del ambiente de la carrera, la que vivieron ¡como un hecho tan real!, que Carlitos volvió al puesto ahíto de empanadas y tortas fritas , vigilando de cerca el trotecito corto del “pingo” de Don Juan, que”borracho como en día de fiesta”, se balanceaba de un lado a otro, murmurando entre dientes:- Le ganó en buena ley, nomás, le ganó…
Todavía Yola, una de las hijas mayores, en reuniones familiares, comenta que el descomunal altercado que promovió Doña Justina, al ver llegar a su hombre,¡tan “pasadito”!, le quitó al pobre todo deseo de seguir transitando por los caminos del séptimo arte.

Lidia Esther Lobaiza de Rivera-Coronda-Sta Fe
Este es un hecho real; que involucra también al abuelo de” Carozo “Martínez de Larivey, ya que Don Juan Bonazzola fue su abuelo.

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A MIS DOS HIJOS


Ay! Mis dos hijos queridos,
qué pena les voy a dar…!
cuando vean que la vida
mi cuerpo abandonará.

Por siempre yo quise darles
una vida sin dolor,
éste viene sin quererlo
los abandono, mi amor!

Si lejos me sienten, sepan,
que en ustedes estaré,
por la sangre de sus venas,
suavemente correré!

Con mi raza fueron hechos
sus cuerpos en totalidad,
sus almas son mis gemelas
que viven el “más allá”.

Cuerpo y alma de mis hijos
son las respuestas de amar,
ellos son ramas del árbol
con raíces de verdad.

Ay! Mis dos hijos venerados
qué triste es la soledad!,
pido que si la sufren,
se acuerden de su mamá.

Y también quiero que sepan
que yo no me iré jamás,
estaré cerca de ustedes
con el sol, al calentar,

con el agua de la lluvia,
con el viento, con el mar,
suavecito daré besos
en donde ustedes, están.

Quién sabe por qué lugares
caminaré al azar,
buscando desde los cielos
a mis hijos para amar.

Yo jamás me sentí sola,
me acompañan los demás,
¡Sí lamento, esa ausencia,
de no poder abrazar!

Ellos siempre alegraron
los días que ya se van,
mis hijos me acompañaron
con su amor y su lealtad.

Mi roja sangre en sus venas,
mi alma con ellos va,
dentro de sus corazones
viviré sin soledad.

Ay! Mis dos hijos queridos
qué pena les voy a dar!
Cuando besen mis mejillas
y ojos rojos de llorar.!

Pido que vivan tranquilos
aunque parta al “más allá”,
tengo encerrado en mi misma
todo el amor de verdad.

Tesoro como el que guardo
no lo tienen los demás,
gozo riquezas enormes
en mis dos hijos,! Verdad!

Les dejo como fortuna
lo que jamás faltará,
me sentirán como el aire
que siempre respirarán.

Soy madre de dos amores
que aman sin preguntar,
son el “porqué” de mi vida
para quererlos más y más!

Ay! Mis dos hijos del alma
qué tranquilos van a estar!
cuando sientan que dos alas,
siempre los protegerán.

Donde me encuentre, sabrán,
de mi,-- madre hasta el final,--
yo los estaré amando,
desde la eternidad.

Ay! Mis dos hijos benditos
son mi felicidad!
sólo con sentirlos cerca,
no siento más soledad.

Pero cuando convertida en sueños
no sea más realidad,
sentirán un aire suave
que son besos de verdad.

Si por si acaso el viento
acaricie con suavidad,
sobre caras, cuerpo y alma…
seré yo, por regresar.

Acogeré con ternuras
sus penas, de no estar acá,
les daré abrazo y consuelo,
para que no sufran más.

Ay! Mis dos hijos, me quedo,
fui clonada mitad y mitad!
una queda con ustedes,
la otra,…se va…se va…!

La presencia de la madre,
…quizá no la vean más…
¡estaré desde lejos, cuidando,
para que vivan en paz ¡.

Nelly Antokoletz -Villa Carlos Paz

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INDAGO


Por el llano de mi cuerpo corre un río

como una secreta duda en la noche

un dolor quema hasta el alma

-como una danza eterna de mariposas-

junto al farol de los sueños

palpo para encontrar la herida que me acosa

como un náufrago sin mar ni arena

me cubro con ropa de hechicera

a preparar mis filtros

donde pronuncio una y otra vez tu nombre

-como lejano eco se pierde-

en la oscuridad de tu mirada

y llega la pregunta en sedientos labios

¿Abrazarme a la raíz de tu existencia

o amanecer en la búsqueda de la caricia perdida?

Angélica Alicia Balista – San Isidro – Buenos Aires


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Cuando el arrabal era un tango . . .

“mi barrio era así, así, así. Es decir, qué sé yo si era así, pero yo me lo acuerdo así” A.Troilo

“Sobre la calle la hilera de focos, lustra el asfalto con luz mortecina . . .” Y así, como la letra de “Garúa”, la refulgencia gris de la implacable llovizna difuminaba figuras afantasmadas y lo cubría todo como un manto denso de partículas en suspensión. Los desgarramientos de la espesa niebla al rasgarse, se volvían colgajos mustios y borrosos y, adensándose, nimbaban de iridiscentes aureolas las copas de los árboles. Las luces de los coches, con sus pálidos destellos de tono muriente emergiendo de entre la niebla, parecían pupilas de extraño mirar . . .
Era un frío y neblinoso amanecer de otoño de 1975. . . Mi madre nos arrastraba casi, a mi hermano y a mí, hacia la parada del colectivo, que como de costumbre, no llegaba nunca. Mi hermano mellizo, sujeto por la derecha y yo en la otra, ambos tironeando y protestando por el madrugón al que habíamos sido sometidos, sólo por la obsesión de mamá de sacarnos de la cama tan temprano con tanto frío. Era la consecuencia de su manía y sujeción a los turnos médicos, pedidos con varios meses de anticipación, que no perdería así se viniera abajo el mundo, y con tal convicción, nos remolcaba al cumplimiento de nuestros respectivos tratamientos. Por el camino y como prueba de que la cosa iba en serio, nos daba “pellizcones a cuenta” y ante nuestras protestas nos decía: “esto es para que vayan sabiendo lo que les voy a hacer si se portan mal”. Eran tiempos en que las madres no se andaban con chiquitas a la hora de hacerse respetar.
Así, sorteando el desperezado y difuso tráfico de peatones y automóviles, llegamos a la parada del “60” y nos resignamos a esperarlo junto a una vecina que, casualmente también hacía lo mismo.
La mujer, de prodigiosos pechos -hipertrofia mamaría, dice la ciencia- hoy me hace acordar a mi inolvidable amigo Antonio García, que en esos casos acotaba “Qué chicos gordos debe criar esa mujer” e imaginándola amamantando me viene a la memoria el borracho que, asombrado se acerca y pregunta “Señora, el nene, ¿chupa o sopla? . . . La vecina, algo afofada de carnes, de vasto volumen corporal y generosas asentaderas -escoliasis lumbar para la ciencia- se alegró de encontrarnos allí. Mi mamá, a pesar de sentir simpatía por ella, no estaba para sociales y no le dio mucha bolilla, pero, . . ya que había que esperar el bondi . . .
La señora, con un ego que alimentaba hasta la obesidad, hablaba hasta por los codos, sin descanso, y lo peor es que a cada ostentosa exclamación, la seguía una ruidosa carcajada que además acompañaba de empujones y respetables palmadas en la espalda de mamá que más bien parecían sopapos. ¡Mi vieja echaba humo por los ojos pero se las aguantaba! Con mi hermano tratamos de no darle importancia al asunto. No nos animábamos a reírnos porque podían volver los pellizcones . . . ¡y vaya si dolían! Pero para mi corto entender desde mis siete años, esa actitud confianzuda, ordinaria, de continuo manoseo, era grosera y chocaba contra la obligada docilidad permisiva de mi madre.
Pasaron varios colectivos atestados que no se detenían y que, ahogándonos con el humo, huían desapareciendo como espectros en la espesa niebla que a los poco metros se los tragaba.
La helada espera se hacía insoportable. La pechugona no paraba de reír y zarandear a mi vieja con su afecto tan especial. En un momento pasó un canillita voceando a viva voz las nuevas de la mañana: ¡Crónica! . . ¡Crónica! . . ¡Mmmurió Pichuco! . . ¡Crónica! . .
Mamá cortó la charla y dejó de reírse, se acercó al canilla y así comprobó que era cierto lo que el muchacho seguía anunciando:
Aníbal Troilo -Pichuco- había fallecido aquella mañana del 19 de mayo de 1975.
Suspiró ahogada y frunció los labios tratando de contener el llanto. Pero las lágrimas delatoras le hacían caminitos por las mejillas revelando su dolor. La noticia la apenó de tristeza, le nubló los ojos, y la congeló más que la fría sensación térmica. Asustado, quise consolarla, pero mi hermano me sujetó. A veces él tenía la madurez de saber cuando era prudente dejarla sola.
La aparatosa vecina de prominente delantera, cortó su perorata sin entender ni jota, ante la angustia de mi madre, intentó consolarla, pero mi vieja la ignoró. Sorprendida, o por prudencia, se trepó al primer colectivo que pasó en ese momento y con él se perdió en la niebla . . .
Mis viejos, allá en la primavera de sus vidas, se conocieron en los bailes populares del Club Social del barrio. Sus primeros encuentros y después sus primeros besos robados de apuro, se sazonaron al ritmo cadencioso que el Gordo Troilo, desde la increíble digitación de sus dedos regordetes, como un prestidigitador, le extraía a la galera mágica de su fueye, y las notas y los acordes más sentidos, como palomas, igual que los sueños de los enamorados, echaban a volar. Y mientras él la cortejaba, susurrándole dulzuras al oído, las profundas y melancólicas variaciones de “Quejas de bandoneón” detenían el baile en la pista porque todos “se paraban pa’ escucharlo”. . . Mi viejo siempre decía que “al sonido del do de Pichuco no hay quien lo iguale . . . te llega al alma”. Y así, se quedaban extasiados, tomados de la mano y mejilla a mejilla en ese romántico momento de dulce encantamiento.
Después, se abrazaban y se acomodaban amurados en la sensual armonía de la danza que continuaba uniéndolos en cuerpo y alma.
En su porteño arrabal se vivía así, y las noches del Club Social con la orquesta de Pichuco marcaron de tal manera sus vidas que cuando mi viejo se nos fue, ella le acomodó todos los discos a los pies del féretro, para que al son del dos por cuatro, la esperara en la eternidad.
Por eso la pobre sufrió tanto con la inesperada noticia.
Triste y deprimida, contrariando sus principios, nos tomó de la mano y emprendimos el camino de regreso a casa en aquel frío y ahora también triste amanecer otoñal.
En esos momentos de mi primera infancia, no comprendí las razones de su congoja, pero sus lágrimas lastimaban mi alma y la miré con mis ojos de niño y la abracé sin importarme que mi hermano no quisiera, y ante su dolor, que era el mío, me puse firme y envalentonado le dije: No llore mamá . . . si la tetona le vuelve a pegar . . . ¡Yo la voy a defender! . .

Delsio Evar Gamboa-
Laborde-Cba-Arg.


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DERROCHANDO ROSAS
a marta pimentel

una rosa en vuelo es marta
de arena y de rió azul es el tallo
y su pluma, espada de esparta
sin juez que haga a su verso fallo.

el cielo para ella es el limite
y el poema emancipado y breve
una perla de sal... otro convite
y se lo da a gozar al que se atreve.

ella partió la roca, estaba seca
marchitose la flor, de tanto frió
y lloraron las piedras de la meca
cuando conjugó el verbo del rocío.

sabor amargo tiene la estrella
que no visitó suave y largamente
la delicada mano limpia y bella
de la poesía pura y refulgente.

y la poeta miró el horizonte
cambió el aire reseco de la tarde
tejió dalias naranjas en el monte
y con su salmo animó al cobarde.

hoy espera la luz otro racimo
de perlas engarzadas en la noche
y es su pluma las rosas del camino
poetizando con febril derroche.

Favio Ceballos- Granadero Baigorria –Santa Fe


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LAURELES

Inoperancia de tus ojos falsos
entumecidos en tu sitio oscuro
después de haber repetido hasta el cansancio
que me ofrecían el amor más puro.

Invalidez te tus manos ávidas
por tomar y destrozar nuestro futuro
tras haber caído abruptamente
una y mil veces al cemento duro.

Estupidez de tu alma sórdida
similitud de tu boca impávida,
acuosidad de tu risa mórbida
y acidez de tu vida lánguida.

Puedo morir ciento diez veces,
ciento once te daré batalla.
Si es mi dolor el que te da fuerzas,
cantaré mi pasión a donde vaya.
todos sabrán de tus hazañas:
Los laureles los otorgan los que callan.

Graciela Albornoz
Rosario - Santa Fe


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LOS CRISTOS DESPOSEÍDOS

Hay un Cristo descarnado
Hecho de lata en la villa,
Cristo de pies embarrados
Que sangra por mil heridas.
Hay un Cristo desnutrido,
Marginal de la pobreza,
Que tiene cientos de nombres
Y del que nadie se acuerda.

Cristo que se vuelve pájaro
Y desde el barro se eleva
Para ver desde lo alto,
El rostro de la miseria.
Miseria que se repite
Y alumbra con luz de velas,
A un Cristo lleno de bronca,
Por esa vida que lleva.

Cristo con cara de niño,
Blanco gorrión de la escuela
Donde un guiso es la esperanza,
De aprender algunas letras.
Con tantas necesidades
En su pancita vacía,
Que sueña por los recreos,
Con un plato de comida.

Hay un Cristo que se muere
Vivando a su asesino,
Que con un cargo político
Olvidó lo prometido.
Que se llamara Lepratti,
Fuentealba,kostequi, Santillan
Cualquier nombre da lo mismo
Porque los Cristos son ellos,
Los Cristos desposeídos.

Jorge Senorqui –San Lorenzo –Santa Fe

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GOLONDRINA

Golondrina de incipiente vuelo
No te acuses por lo que dejas atrás
Impaciéntate por lo que se revelará
En ese anhelado vuelo.

Tus ansias de volar ahogan aquel pasado
Sumergiéndote en el mañana
Y como un retazo de historia
Tu corazón palpita hacia la alborada.

Sandra Gomez

4 comentarios:

  1. Llegue mi agradecimiento, estimado Sergio Bravi, desde la populosa barriada de Flores, en la ciudad de Buenos Aires, por la inclusión de mi microrrelato en este número ocho.

    Abrazos para vos, para todos los compañeros que compartieron esta edición, para los eventuales lectores de este comentario.

    R. R.
    http://rolandorevagliatti.blogspot.com
    http://www.revagliatti.net



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  2. Gracias SergiO, por este federalismo, no conozco Cruz Alta, lo haré cuando pueda. Con respecto a mi poema, digo, hubiera preferido que no naciera de una realidad tan triste. Un abrazo.
    amelia arellno

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  3. Gracias Sergio, un placer compartir con tan buenas letras. Un abrazo. María Magdalena Gabetta

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  4. Un placer visitar tan bella revista literaria. saludos

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