sábado, 6 de noviembre de 2010

Revista nº 16 -CLUB DE POETAS DEL SUDESTE CORDOBÉS


GIRASOLES (Obra de la artista plástica Argentina YOLANDA SOLIS(NALO)
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DOÑA ISABEL


Dicen que este barrio en el que yo vivo
era de Don Justo , Don Justo Gudiño
que llego a esta tierra sin correr distancia.
Cuentan que su esposa que tanto quería,
se llamaba Isabel, su fiel compañía.
No había tejidos que los cercara,
plantas de tunas, y árboles de años,
gramillares que no se cortaban,
hacían caminos por donde pasaban.
Tan solo su estampa era de los años
de azadas y surcos , sudor y esperanzas.
En este lugar un dia fue quinta
de plantas frutales , de todas delicias.
Y fue creciendo el pueblo ocupando lugares.....
Ha pasado el tiempo con todas sus alas
quedando solita con sólo su casa.
La tengo presente con sus canas blancas
queriendo ordenar recuerdos del pueblo y la gente.
Me habló de su vida y puso distancia
a todo recuerdo a toda nostalgia.
Ya los árboles no tienen más flores
solo unos nidos quedaron prendidos.
No dieron más sombras sus ramas quebradas
así es la vida, un día todo se acaba,
se fue apagando y entrego su alma.
Sólo quedo una planta que ya es centenaria;
una planta de OLIVO que está aqui en mi patio.
Para esta vecina de gran corazón
quiero plantar una madreselva,
escribir unos versos,
bajar una estrella,
cantar una canción.

Norma Garcia – Monte Buey - Córdoba

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EL MORENITO

La vida no le dio en suerte
Cabello rubio y ojos celestes
Le dio sólo piel morena
Y ojos oscuros como su pena.

No tuvo una buena estrella
Que iluminara todas sus huellas
No tuvo una casa buena
Y una familia que lo quisiera.

Es huérfano de cariño
Es casi un paria y es sólo un niño
Que anda por los arrabales
Suburbios grises como sus males.

Por esa calles de tierra
El morenito va por la siesta
Trae hambre desde la cuna
Por eso vaga de sol a luna.

Por esas calles deambula
Buscando migajas de ternura
Marginado en la pobreza
Va el morenito... con su tristeza.

Jose Luis Alarcon – Justiniano Posse – Cba
Veterano de Malvinas


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ADIOS AMOR

La brisa plañidera de setiembre valsaba los colores de los pétalos al compás de los melodiosos trinos de los amanecidos zorzales.
Nacía el día bañándose en aromas de azahares y junto con él nació entre ellos el romance.
Después el amor los unió .Se los veía sonreír entre miradas enlazadoras de sueños. Caminaban la plaza del pueblo tomados de la mano, se esperaban en las esquinas para deambular enamorados por calles y veredas. Una de esas caminatas en una noche bordada de estrellas los llevó a la iglesia.
Emocionado, nervioso la esperaba en el altar, su corazón era un torbellino de sentires cuando la vio aparecer del brazo de su padre, blanca en piel y ropa, con un ramo de violetas temblando en su mano. Menuda trémula, inmensamente bella, con esa belleza que sólo el amor pone en los rostros de los seres humanos.
Cuando llegó a su lado extendió la mano para tomarla y así juntos se pararon frente a DIOS.
El sacerdote los casó , bendijo los anillos y les entregó la libreta nupcial donde constaba que estaban unidos para “toda la vida”.
¿Pero quién puede leer el futuro?
“Toda la vida” significó algunos años. Después el convivir no fue tan venturoso como lo habían programado y llegó el momento en que de común acuerdo se dejaron partir para no seguir lastimándose diariamente, para que aquel amor nacido en los jóvenes años no fuera una tortura y al menos ,sí un buen recuerdo.
Se dijeron adiós casi en silencio.
Ya no sentirán en sus espaldas la tibieza del otro en la cama, ni sus labios compartirán la dulzura de lejanos besos, no habrá abrazos al caminar por las veredas ni aromas a café compartiendo las mañanas.
Sólo estarán los recuerdos deambulando como sonámbulos los rincones de la casa porque el amor sacó pasaje de ida solamente y se lanzó a la aventura de un camino nuevo, desconocido, pero que el destino había marcado seguramente el mismo día que se entregaban uno al otro frente al altar y que ahora como pájaros con la puerta abierta de su jaula remontarán hacia la libertad de los espacios.

P. D. HAY SENTIMIENTOS QUE MUEREN LO IMPORTANTE ES QUE LA VIDA PERMITE QUE OTROS TAN O MÁS BELLOS OCUPEN SU LUGAR

Marisabel Clausen – Gral Roca - Córdoba

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LA NIÑA EN LA MONTAÑA

La niña trepa que trepa,
la niña ya esta trepando,
las subidas de las sierras
como las cabras saltando
Nada es llano en la montaña,
hay que cuidar la pisada,
todo es subida y bajada
¡ya no es fácil para abuelas
que hasta ayer, las escalaban. Van las dos, con una nieta
que trepa, corre y que salta;
me hace recordar a Heidi
que entre las cabras jugaba.
Van caminando hacia el río;
dalias, cosmos y retamas
bordeando todo el camino,
y las casitas alpinas,
asomando entre los pinos. ¡Niñita, párate un poco,
ve mas despacio, pequeña!
recoge unas zarzamoras
y siéntate en una peña.
Sacaremos unas fotos,
descansaremos un poco…
Pero al minuto la niña
otra vez esta trepando…
la niña, como las cabras,
la niña ya esta saltando.

Ileana – Córdoba - Argentina

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EL GUARDIÁN DE LAS PALABRAS

Soy el “guardián de las palabras”
que habita en el “Monte Hefestium”,
un remoto y encantado lugar del paraíso
donde mora el alma de los poetas.
Y lo que les va a decir
quien hoy escribe estos versos,
son pensamientos míos
que le transmito en sus sueños.

¿Por qué tenéis tantos prejuicios
en decir a tu entorno que eres poeta?
Quizás… no seas graduado en una academia;
pero eso nada impide
que seas artesano de las letras.
Porque poeta se nace,
y se forja entre el yunque de la lectura
y el martinete de los sueños.
Ser poeta, es agregar pizcas de locura
al hábito de la prudencia.
Ser poeta es no amedrentarse,
si por lo bajo te dicen:
que a tus palabras debes cuidar
pues… ¿Quién a tus versos ha de callar
cuando emprendieron vuelo
con alas de libertad?
Ellos…
solo creen en la verdad de la fuerza,
y necesitan que los hombres
se arrodillen a sus pies;
en cambio a ustedes los poetas,
es la fuerza de la verdad
la que los va a guiar.
Y aunque te desafíen:
¡No te disponga a las armas tomar!
Pues…
es la palabra y no la violencia
lo que al mundo cambiará.

¡Soy el “Guardián de las palabras”!
y a través de este hermano poeta,
con ustedes muy pronto
me volveré a manifestar.

Sergio Bravi -Cruz Alta - Córdoba-Argentina
Editada en: Acuarela Literaria 30

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LA PAZ

No hay caminos para la paz; la paz es el camino: ( Gandhi)

Despeñados los siglos de las cáscaras del tiempo,
han creado egolatrías en cielos pasajeros/
el desamor ha cavado surcos de sangre,
que excitaron al hombre/ “ dios” de la destrucción,
y como nunca antes/ la vida se desplaza hacia el “no ser”.

La paz es el camino/ balada en el corazón de la ternura,
sublime canto de mansedumbre y amor/ conciliación verdadera,
que bajo pautas de luz, del pan diario, y radiante manto/
engrandece la humanidad en su destino sobre bóveda añil/
donde brillan todas las estrellas.

Unamos nuestras almas en un solo forjar/
que cada hombre lleve el emblema de la armonía
hacia el más alto mástil de la tierra/
porque la paz es el silencio y es el grito que bendice la vida/
endulza el útero/
amamanta al hambriento/
unta las almas/
riega los suelos y las aguas
y el hombre se hace hombre entre preludios de amor,
desde su corazón, desde su hogar, desde su pueblo
bajo el pedestal de la equidad, la justicia, y la libertad.

Edda Ottonieri de Maggi – Marcos Juarez - Córdoba

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Vuelto en el lecho, como niño sin nadie frente al mundo,
contra mi cuerpo creo, radiante enigma . . . el tuyo.


DESPERTARES . . .

Violó la luz la alcoba, enamorada
de tu cuerpo desnudo sobre el lecho.
Ruborizó el ambiente. Satisfecho
de aromas y bríos en la almohada.

Descubrió tenuemente la insinuada
turgencia excitante de tu pecho
y una pulsión de urgencias en asecho
encendió mi visión arrebolada.

Ardió mi rostro ungido por un roce
de aguamarinas límpidas y altivas,
despeñado en torrente incontenido.

Tu tacto recorrió mi ser en goce
exhumando en la piel llamas votivas . . .
¡Cuando al fin por tu boca fui invadido!


Delsio Gamboa -Laborde- Cba-Argentina

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EL BÚFALO

Intemporal, innumerable, cero.
Es el postrer bisonte y el primero.
Jorge Luis Borges.

En algún lugar de Menfis
sobre el trazo intangible de la noche
brilla luminoso el buey Apis.
Ha lanzado el arado sobre el surco.
Ha cavado el corazón de la tierra.
Ha penetrado hasta sacarle fruto
al árido manto de la greda.

En algún lugar de China
Lao Tsé cabalga.
Lleva sobre el lomo del búfalo
un cúmulo de oraciones y de llantos.

En algún lugar de este vasto territorio
el buey carga todavía sobre su grupa,
el sagrado mandato.

Leonor Mauvecin – Córdoba - Argentina

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Flog-jitos

Pelos abatidos,
pantalones chupines,
despiertas miradas de la nada,
todo que asfixia,
sexo único, sin placer ni reproducción.
Amebas de la moda y la propaganda
emos y demos de la Nike, sin psique.
Principios, presupuestos, pilares?
qué? cómo? dónde?
nubes de colores, nubes.
Cuerpos en desuso,
imagen que esclaviza.
Espejos que valen más
que cien bolsas hombreadas por pistines.
Desatino del destino,
estupidez a raja tablas.
“Chiquilín de Bachin”, vos también sufrías
y…?

“El Tigre”- Justiniano Posse-Córdoba

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QUIERO

Quiero verme en una foto de pequeña
cuando el brillo en los ojos era como un haz de luz
cuando hubiéramos compartido sin problemas la rayuela
y el mayor de los disgustos hubiera sido no llegar al cielo

Quiero verme en un subibaja impulsando las piernas
dejándolas libres cuando me ayudes a subir
y que el mayor de los disgustos sea
mi falta de fuerza para hacerte llegar más alto

Quiero verme en ese banco frente al río
con la incertidumbre y la fantasía del amor nuevo
de las almas encontradas en medio del dolor
y que el mayor de los disgustos sea
mirarnos y encontrarnos como estamos

Quiero verme en esa casa que soñamos,
en esa cama que inventamos,
en el medio de tus deseos y los míos
para que el mayor de los disgustos sea:
Amor, no tenemos chocolate en la heladera.

Marina Soledad Grasso – Leones/Rosario

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Un hada que bajo
con un pincel del cielo
tu sonrisa dibujó
con sabor a caramelo.
Guardapolvo color rojo
perfumado con dulzura,
en el brillo de tus ojos
el color de la ternura.
Ella abre sus brazos
como alas multicolores
y cubre neutros porrazos
con sus besos sanadores.
Creí que escribía
y solo era un sueño.
Pero en la frase decía:
"te quiero seño".

Silvia lopez – Monte Buey – Córdoba - Argentina

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SUEÑO

No quiero ver al mundo como es,
quiero seguirlo viendo como sueño.
La falsedad, la envidia y la mentira
me muestran que estoy cerca de perderlo.

Los sueños que tuve ya no están;
los que Él soñó, colgado de un madero
por aquellos no dispuestos a cambiar,
que no quieren construir un mundo nuevo.

Quisiera la inocencia de los niños,
la verdad y cordura de los locos.
El mundo no está hecho para algunos,
algunos que soñamos cambiar todo.

La vida no es la clase de respuesta
que esperamos al despuntar el alba.
Creo que es mucho más, soñemos juntos,
pintémosla según nuestra mirada.

Gonzalo Salesky – Córdoba - Argentina

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FLORECIDA GAVIOTA

Gaviotas sobre olas florecidas
pensamiento y humanidad
del barro dorado
guardián del parto
otrora fu poeta.
Cuando nació volvió a empezar
volaron as gaviotas sobre el rosal.

Favio A Ceballos – Granadero Baigorria – Santa Fe

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COMPARTIENDO

Para mi amiga Estela


Te invito con un mate amiga mía
a tratar de olvidar nuestros dolores.
Que esta infusión dulzona compartida
ayude a amenguar nuestros temores.

La vida ha sido dura con nosotras,
no tuvimos instantes de alegrías,
recorrimos caminos muy sinuosos
y siempre fue frustrante la subida.

Nuestros soplos de vida fueron cortos,
el tiempo nos ganaba la partida
mojándonos los ojos en silencio
y tratando de impedirnos la huída.

Hoy volvimos al lugar exacto
donde un día aprendimos a vivirla,
acá están las raíces enterradas
y una planta que resiste bien erguida.

La tierra ha sido buena y fértil,
y el árbol enraizó enseguida,
los vientos lo embistieron brutalmente
mas nunca lograron su abatida.

Riamos entonces mi querida amiga,
no todo ha sido entrada y despedida.
Comencemos recogiendo de estos frutos
que nos regala el árbol de la vida.

Zaidena – Elortondo –Santa Fe

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EL CARANCHO

Viento y arena, arena y médano, dunas que acechan la estepa cubriendo osamentas, viento de cardos corriendo carreras contra la esperanza. Dos años…..tres años…..siempre el mismo cielo, siempre el mismo suelo, siempre el mismo viento.- Ni salir del rancho, pa`que ? si ya ni agua le ha quedao al pozo.-
Un carancho atisba desde la cumbrera,- ¡ morite, jué puta…! – no ha quedao ni yerba- Una liebre flaca fue la última cena, y dos tragos de agua.
Jacinto y Delfina crujen con la pampa. Si hasta aquel cachorro que juntos soñaron se abortó en el vientre por causa del hambre.
No hay maná del cielo ni Dios que lo mande, y en el horizonte rojo y polvoriento se acuesta la tarde. Casi no hay estrellas en la noche parda.
Delfina despierta, está sola en la cama, al salir del rancho lo ve a su Jacinto colgado en la rama más gruesa del árbol donde en otro tiempo colgaba una hamaca; lo mira muy triste, muy triste, sin lágrimas.
Si siempre tiraron bien duro y parejo no ha de ser ahora que le ande aflojando, y anuda una soga en la misma rama y en el otro extremo ciñe su garganta, mira a su Jacinto, echa sobre el rancho la última mirada; y patea la silla con sus pies descalzos.
Desde la cumbrera, atisba el carancho.

Oscar Maurichau – Gral Pico – La Pampa

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LA PEDRADA

Agüelo, tatita... iá preparo el mate! ¿Qué me va´a contar esta vez?
-Mirá, es una historia muy linda; lo que le sucedió hace mucho tiempo a un changuito, más o menos de tu edad.
-¿Un changuito?
-¡Ajá! Era pastor en estos valles, como vos y tu tata; como yo cuando andaba sin muletas, antes del accidente. ¡Andá!, cuando vengás con el amargo te...
-Enseguida, agüelo.
Salió presuroso el niño y don Juan, con los ojos entornados, recordó los hechos.
Un día viernes, bien temprano, “mama” Ángela lo llevó hasta el pueblo, era la segunda vez que lo hacía. El año anterior, por Navidad, participaron del pesebre viviente. Como buen pastor llevó un corderito recién nacido; no entendió toda esa ceremonia, pero igual le gustó. Además, era su primera visita al pueblo.
Volvió a rememorar ese día; parecía que los recuerdos cobraban mayor intensidad, golpeando brutalmente en su cerebro.
Al atardecer se concentró un gran número de personas frente a la iglesia y comenzó a desplazarse por las calles, rezando y cantando; la marcha se fue haciendo cada vez más lenta.
De pronto contempló horrorizado el terrible castigo aplicado a un hombre que se arrastraba penosamente transportando una pesada cruz de madera sobre sus espaldas. Quien más se ensañaba con él era un soldado de elevada estatura. Provisto de un látigo azotaba al indefenso sujeto que proseguía su marcha con evidentes muestras de fatiga, mas esto no hacía sino aumentar la ira del desalmado individuo; ciego de furor golpeaba más y más, como disfrutando intensamente con cada quejido de su víctima.
Juancito, con la pureza e inocencia de sus escasos siete años, no podía entender cómo la gente permanecía impasible ante el triste espectáculo. Hasta la mama caminaba a su lado sin preocuparse demasiado por la suerte de aquel infortunado a quien todos maltrataban.
Sintió algo que le quemaba el pecho. No podía permanecer indiferente.
Si nadie reaccionaba... ¡él lo haría!
Se apartó varios pasos y metió una mano en la mochila; tanteó con los dedos la honda que utilizaba con gran destreza cuando cuidaba del rebaño y la extrajo con el odio latiendo en la mirada. Preparó el guijarro, se afianzó en los pies y, tras revolear la diestra con energía, realizó el mejor disparo de su vida.
¡Un tiro formidable! ¡Certero!
El proyectil impactó en la frente del gigantón produciendo una explosión terrible. Al rodar por el suelo la cabezota de cartón retumbó con el fragor del trueno.
-Mi´jo... ¿por qué lo ha hecho?
-Y... mama... le pegaban tanto, ¡pobre!
-No, no le pegaban...
-¿Cómo no? Si yo lo vi...
-No. Hoy es Viernes Santo, ¿sabe? Le via´ explicar...
Durante el regreso le refirió la historia de Dios hecho hombre. Cómo, por salvarnos, ofrendó su vida. El niño asentía con la cabeza en señal de comprensión.
-Mama, entonces ¿todo eso pasó? ¿Lo mataron?
-Sí, Juancito.
-¿Y nadie lo defendió?
-No, desgraciadamente faltó alguien como vos, con sentimiento y coraje suficiente para intentar lo que hiciste. ¡Hijito, estoy orgullosa de vos!
-Agüelo... el mate... ¿qué le pasa?
-Nada, querido. Nada.
Dos surcos húmedos brillaban en las mejillas del anciano.
-¿Está “yorando”?
-No, es el humo nomás... ¡esa leña verde...! ¡Venga, arrímese, le via´ contar la historia...!

Nemesio Martin Roman – Arias – Córdoba- Argentina

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“MIGAJAS DE AMOR”

Amanece y extraño beber tus besos.
Restos de tu aroma en mi almohada quedaron,
no puedo, no puedo, no puedo dejar de pensar en vos.
Y se que mi cuerpo envejece
permanezco en la cama acariciando el cojín,
para qué el suplicio de la espera
para qué volver a verte
para qué soñar con tu amor, si soy el pasado.
Y no estás y tengo frio
sale fuego de mis profundidades
ignoro si mi recuerdo permanece en vos
qué mujer estará hoy en tus brazos.
Y ciega de amor espero tu llegada
que me hace doler el corazón
y sueño con tu llamada, el teléfono repiquetea y
sonrío por qué:
adivino el paraíso.

MARTHA BRUTINEL -Villa Carlos Paz - Córdoba

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SEGUNDOS DE PELIGRO

De pronto, las nubes oscuras recordaron que su misión era empujar la tormenta...
advirtieron después de sofocantes días que aletargadas no se movían de detrás de
las montañas, que ellas estaban comprometidas a desintegrar esa franja amarillenta
y difusa desde la tierra hasta la copa de los árboles.

Seres humanos y animales deambulaban envueltos en el calor sofocante que paralizaba
sus acciones y sólo les permitía respirar dificultosamente, mientras que árboles y plantas
se secaban...perezosamente, las nubes comenzaron a acercarse unas a otras, el sol
temeroso huyó al poniente, se escuchó la sinfonía de rayos y truenos, primero lejanos,
luego ensordecedores.

Los hombres corrieron hacia el refugio, ajenos al gran movimiento de un cosmos que
generosa y matemáticamente cumple ciclos, sin que la humanidad se percatara, que,
solamente con que la temperatura subiera a 70º, sus vidas correrían peligro.
Pero la gran maquinaria universal, una vez más, obedeciendo a las leyes naturales
generó lentamente todo el proceso que llamamos lluvia....
y la tierra, los animales y los seres vivientes, bebieron ávidamente, la vida.

Elsa Solís Molina – Rosario – Santa Fe


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¿POESÍA EN EL TORRENTE SANGUÍNEO?

Fluye la sangre por tus venas
Presurosa corre por anchas avenidas
A cada célula, por millones, oxigena
Con el rojo encendido de tus rosales
Sangre bullente en corazón enamorado
Esparciendo poesía a manos llenas
¿Acaso no percibes? sutura heridas
Con la gracia y color de las verbenas
Pues tu sangre, químicamente pura
Es, en esencia, tu mágica poesía
Cual torrente cuando el alma se extasía


Eduardo Edsel Wheeler - GdroBaigorria- Sta Fe

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DESNUDA

Con los ojos me desnudas
cuando en quimeras me pierdo
Toda mi piel ruborizas
con tu informal parpadeo.
Porque sé que me deseas,
igual dentro lo siento.
Y tu abrazo me encarcela
cual imán de hierro y fuego.
Mi airosa ropa evaporas,
si cual milagro llego
en alas de ardiente viento…
Mi cuerpo se abrasa todo
bajo tus ojos ebrios…
¡Y me postro en balbuceos!
¡Y me desnudas por dentro!

NORI BRUNORI – San Genaro – Santa Fe.

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¿QUÉ TE PASA HOY?

¿Qué te pasa hoy?
¡Te siento triste!
Extraños presagios inundan mi mente.

Solo me calma la espera,
andar el camino, rogando
que esos momentos los diluya el tiempo.

Que mi paz te cure,
que mí amor te llene de nuevos anhelos
Quiero escucharte decir ese

¡T e q u i e r o!

Que sale del alma, en lugar de silencios.

Sentir la pasión disparada,
sin pretextos tan solo
mujer amante y amada.
El camino,
el hoy,
el ahora, tiene momentos tan tristes,
que hasta el mínimo instante resulta doliente
Ese instante,
ese efímero momento que debía ser de gozo,
queda oculto,
rodeado, inmerso en la sombra,
entre besos y lloros
¿Qué te pasa hoy? ¿Le amaste tanto?

Rafael Serrano Ruiz – Madrid - España


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QUERER SIN QUERER

Quise sin querer
No hubo besos
Ni caricias
Ni sueños

No existió discusión
Ni preámbulo
Ni desilusión
Ni una cuenta de su petición

Yo la vi y ella no a mí
Yo la amé en el silencio de las noches
En las tristezas de las tardes
En las madrugadas desoladas

Yo no tuve voz en mi exterior
Para transmitir el huracán de mi interior
Yo corrí con los gastos
Y terminé pagando sin consumir

No fue su culpa
Porque no sentía nada
No fue la mía
Porque no quise quererla como la quiero

Ahora ya se fue y no lo supo
Ahora ya la perdí porque no pude
Porque me ganaron las angustias
Porque me perdí en mis miedos

A veces no hace falta besar
Para enamorar
Ni ser correspondidos
Para desear

A veces hace falta una mirada
Para encender un fuego
Una sonrisa para avivarlo
Y una indiferencia para apagarlo

Pero a veces el fuego se va de las manos
Cuando se encuentra con un deseo postergado
Con una esperanza abandonada
Con un corazón desesperado

Quizá algún día me entienda
Alguna noche me busque
Alguna madrugada me encuentre
Saciando mi dolo con una botella de ron

Pablo Maneglia- Lomas de Zamora- Buenos Aires- Argentina

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DUERME, MI PEQUEÑO -( décima)

La emoción que me encadena

cuando duerme entre mis brazos

es un redoble de abrazos

que alivia todas mis penas

y resuelve mis rechazos.

Y no hay mayor ternura

que mecer en mi regazo

al hijo que es mi locura,

que borra toda amargura

y me hace vivir despacio.

Nieves Merino Guerra - Islas Canarias

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ESCARCHA


Hielo vivo y hermano
que concedes el ensueño
de la pervivencia a todo fluído
con la sola gracia de tu soplo.

Tú, la frugalidad absoluta ,
beso, caricia,apenas roce,
dedos inocentes sobre la mejilla
de la Madre Tierra .

Vaho de la Madre Luna
que despetaló el nácar
sus almendros florecidos.

Alfileres de hierba ,
Sucedáneos de nieve
en las desnudadas ramas,
jugando a ser estalagtitas.

Mayte


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JARDÍN DE VIDA

Tengo un jardín en mi terraza y
en él la vida inunda cada rincón
donde se halle una hoja, una flor ó una rama.

Mariposas de colores que pintan el aire
cual paleta que un pintor dejó olvidada,
San Antonios que caminan lentamente
como rendiéndole tributo a la mañana.

Las hadas y ninfas que acuden a veces,
son las causantes de que el alboroto
haga nido en mis plantas.

Apuradas hormigas que, sin mirar a los lados,
de sol a sol trabajan.
Pajaritos que de a ratos se posan en la hierba,
picoteando aquí y allá,
saltando en una sola pata.

Tengo un jardín en mi terraza
donde la suave brisa nunca falta.
Donde los rayos del sol acuden presurosos
a bañar de tibieza y luz el alba.

Donde los espíritus de la naturaleza bailan
cuando la lluvia cae sin prisa y sin pausa.
Donde las musas vuelan semejando ser hermosas damas
escapadas de cuentos y leyendas,
esperando que un príncipe llegue pronto a rescatarlas.

Tengo un jardín donde la vida
es reina orgullosa en su comarca,
aunque a otras vistas se oculte la magia
que anida detrás de las palabras.

Como el enigma que ronda a la vida,
la cual hay que ver más que mirarla...

Hay un jardín de vida en mi terraza,
sólo cierra los ojos y dejate llevar
por la imaginación que tienes olvidada.

Dale paso al niño interno que en tí escondes
y verás ante tus ojos...
como la vida se transforma y cambia.

Patricia O. (Patokata)- Montevideo – Uruguay

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POEMA DEL BOSQUE


Duendes y perros lobo por las noches
árboles que acechan al olvido
deshoje de un otoño que se fue

otro ciclo

la soledad le hace un guiño al porVenir
el río seco fluye
desde las entrañas de este sur

te veo


ahora sólo resta



flagelarnos en la espesura



Gabriela Bruch -Buenos Aires


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LA NOCHE

La noche es un abismo
donde caen los relojes de arena
estrellándose en el fango.
La noche tiene la mirada esquiva
de pecadora en celo.
Lleva el cabello largo
y su paso es lento.
En la noche ocurren
las mutaciones del infierno,
cuando cada segundo se apelmaza
en las paredes raídas del recuerdo.
La noche duele y su sabor es de sombra.
La noche despedaza las gargantas silenciosas
con sus garras de miedo.
La noche acuna a los ángeles
que han perdido sus alas,
en el vuelo que agoniza
aquí en la tierra.
A veces, la noche ….
me pone alas nuevas.

Elsa Florit

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LA LUNA

La luna como cincelada en el cielo,
camina con sobredosis de tiempo.
Por los rincones de la noche
la habita, como un ave,
el silencio.
A lo lejos,
el aire sacude
la sombra de estrellas,
abajo:
el mar duerme
y la luna también.

Melisa Ferraris –Estación Matilde –Santa Fe

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CLEPTOMANÍA


Hombre de mi vida,cleptómano,

arrebatador de sensaciones y temblores.

Buscador de mis esencias,

Ladrón meticuloso de mis besos.

Hurtas a escondidas la magia de un te quiero

y entras subrepticiamente a la alcoba de mis secretos.

Tomas entre tus manos el poderoso botín de mis encantos

y escapas ante el miedo de perderte

en la locura de ese laberinto, en donde quedas preso.

No te lleves ese ramo de ilusiones

que guardo en el oculto jarrón de mis tristezas.

Mira que te encadeno al roce de mi espera

y a esa obsesiva manía de robarle estrellas a la noche,

para derramarlas como mieles encendidas.

Cómplice en el delito, somos, mas no punibles,

porque la rosa no es culpable del toque del rocío

que le arrebata la seda de sus pétalos.

Elsa Edith Tebere –Rosario –Santa Fe

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LA MORERA


Mira que mateábamos lindo debajo de la momera,
es aquella que ocupaba un parte en la vereda.
Cuántas veces allí reunidos sonábamos con emoción
lo que seríamos después, cuando llegara
el momento de elegir, un trabajo o profesión.
En ese tiempo las calles eran de tierra, los zanjones
anchos y profundos, adornados de primavera
con calas, chinitas y rosas; que matizaban la acera.
Se mezclaban en el aire, el sabor de la morera
entre el perfume y donaire de esa tan florida época.
No había pibe en el barrio, que no haya probado la mora.
En las siestas se trepaban por las ramas generosas,
que eran fuertes , aguantadoras y los chicos
parecían coloridas mariposas que pincelaban la fronda,
en el calor del verano comían y se teñían de mora.
¡Cuántos frutos… cuántas sombras....por años nos acompañó!…
Hoy ya no están en la acera, ni la morera, ni yo…

INÉS ELENA GOYENECHEA -Rosario -Sta Fe

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“Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio…”
Canción desesperada “Pablo Neruda”


MADRUGADAS DE PLATA

Esta noche la Luna ardía
muriendo de amor...
En mi ventana llovía
trocitos de estrellas.

La Luna lloraba
cubierta en llamas de locura
por un amor que no llegaba
un amor inexistente que a oscuras
su alma y corazón quemaba.

Esa maldita noche de incienso
de olor a muerte en el jardín de sus versos
perdió por amor su sueño
que aún busca en sus adentros.

Las estelas lucían en la altura
junto a ángeles envenenados
y dejó el carmín de sus labios
perdido en un desierto sin dunas.

Agonizaba la noche en una esquina
tras el frío oscuro de la suerte
llegó la mañana, ignorante, esquiva
dando la espalda a la muerte

El destino abrasaba su alma,
y su corazón mostrándose ausente
latió con fuerza un nuevo día.

La luna volvió a soñar en el amor
arrastrándose tras versos perdidos
de odio, tristeza y olvido…


Jéssica Arias MIngorance (Vila-seca- Tarragona)
Dani Fernández (Euskal-Herria)

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UNA VERSIÓN
Amar ya no te desparrama
te quedas vulnerable en la neblina
en lo vulgar
en la vocación de los cuerpos de alejarse.
Y el dolor visceral que nos parte
es una fruta madura cayendo
sobre la córnea
a la sombra de los viajes
y la víspera de las visiones invernales.
Cuántas vocales nos hacen falta
para armar el vocabulario del desgaste.
Veo el fin del valor en la vertiente de tu boca
en el vía crucis el acecho
en el vaivén desaforado
y la carga desesperada de los vientos a tu espalda.
Que seas voraz
y vuelvas arremetido en el vagón de la vergüenza
vibrando una canción
que caiga vertical hacia tu lengua
y sea el voltaje anestesiado de tu vida.

Mariana Garrido

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CAPITAN DE MI SUEÑOS

Capitán de mi barco sueño palabras
Como gemas brillantes llenas de luz
Y cuando la luna llovizna su plata
Rimo mis versos que la noche subasta
Soltando pájaros que vuelan en cruz.

Arriero de penas azules nostalgias
En horas troveras de mansa inquietud
Mis manos traviesas que acortan distancias
Bajan estrellas cuando el Arte dispara
Con chispa de luces su claro arcabuz.

Hondero de rimas viajero entusiasta
Labro en estatuillas el negro abenuz
Como un mensajero de nuevas proclamas
Voy por las puertas tocando las aldabas
Y en la noche crecida enciendo un almud.

Oficio de orfebre descubro esmeraldas
Un arcano tengo de gran beatitud
Vuelo mis pájaros en libres bandadas
Abro las esclusas de todas las aguas
Y de la puerta saco el grueso alamud.

Artesano de versos lleno las ánforas
Libro las frutas de toda amaritud
Hago madurar el vino en las tinajas
Y miro como camina las distancias
En el cielo estrellero la Cruz del Sur.

Señor de mí mismo yo levo las anclas
Navegante transido todo acimut
Soy el que espera en la luz de las mañanas
El brazo fuerte del herrero en la fragua
Que saca del hierro verdad y virtud.


Jorge Castañeda
Valcheta- Rio Negro - Argentina


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CANTO PARA MI PUEBLO

Porque tengo mi alma plagada de sueños,
porque cada noche me quedo a soñar,
quisiera gritarlo con mi voz al viento
y sobre mi pueblo ,yo poder cantar.
A quien no conoce, yo les digo esto:
Aquí en sus calles te inunda la paz.
El cantar de pájaros, que te eleva al cielo,
la gente que pasa, te va a saludar…
Porque en mi pueblo, somos gran familia…
aunque cada tanto, como en cada hogar,
ocurran tragedias, que nublan el alma
Y lágrimas tristes te hagan llorar…
A vos visitante, y a todos los hijos
que a este pueblo quieran regresar,
yo, una de sus hijas, hoy quiero decirles:
los recibiremos con fraternidad.

M. Laura Procik

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APRENDIZ DE CHAMÁN

Adentrándose en las selvas,
desaparecen en piedras inmensas
-disco de Chinkultic.

Uno estuvo allí.

Vio un gran río junto a templos en el desierto,
custodiados por Chac Bolay de arena sedimentado.

Látigos y dioses,
piedra con sudor ponderada.

¿Pirámides de Egipto?
de nuestro libro liken

Alejandro Gómez García

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PERSONIFICACIÓN DEL OLVIDO

Hoy voy a contarles un secreto: Hace poco tiempo mi sótano, ese lugar olvidado que algunos tenemos debajo de la casa, me habló con su voz de muerto tres metros bajo tierra y me dijo unas cuantas verdades que se tenía guardadas. Noté dolor en sus palabras desde el principio y más de una vez se le estrangulo la lengua apurado en escupir la ira que lo ahogaba. En su discurso me recordó una y mil veces que lo tenía olvidado, que ya no bajaba a atender nuestros asuntos. Solo tengo frío y soledad aquí abajo, dramatizaba. Si no fuera por tu foto en la pared que se ha dispuesto a consolarme con tu amarillenta imagen, me habría olvidado de tu rostro, me reprochaba nuevamente al sollozar con los labios hinchados, mientras las palabras se le desplomaban de la pared zigzagueando por las grietas húmedas. Por mi parte no tenía idea de cómo afrontar aquella situación. Ni los astros hubieran dispuesto una jornada así para mí, y eso que la luna y saturno estaban alineados en Géminis. Traté de explicarle cuántas veces pude la razón de mi ausencia, pero no hubo forma de hacerlo entender, siempre llorando, sus gestos se atravesaban en un sinfín de expresiones que dejaban el único ventiluz que tenía completamente desnudo y empañado de tanto gemir su dolor. Qué escenas tan patéticas estás dando, le dije en un momento. Y cuando mi boca arrepentida ya había volcado la ponzoña, odiosas mis palabras quedaron aleteando en el aire. Mas sobrevino el caos. Todo se oscureció, el foco insignificante suspendido del cielorazo que miraba desde el techo cerro los ojos y desapareció en una nube oscura he impenetrable. Me sentí invadido por las sombras, los ruidos saltaban a mí introduciéndose por orificios de mi cabeza. Admito que tuve miedo. De pronto los muebles que guardaba allí desde el año pasado, estallaron desbocados, y como un malón incontenible se encontraron en el medio de la habitación, con la seria intención de aplastarme como a una cucaracha. Las cuales por cierto abundaban allí. Nuevamente su voz se hizo escuchar y la horda de mubles se detuvo. ¡Patético yo! Dijo tronando su furia. Y todavía tienes la osadía de maltratarme con tus palabras. ¿Quién es el que se esconde de su esposa en el sótano, con la excusa de trabajar en el taller, cuando sólo se recuesta en el sofá y bebe cerveza? ¿Quién baja a llorar al sótano cuando la mujer lo deja después de una discusión y se va de su madre? ¿Quien es el patético cuando me hacés partícipe de tus amoríos con tu cuñada mientras tus hijos y sus primos juegan en la sala? No tienes razón de ser… Grito con todas sus fuerzas. ¿Quién te has creído maltratarme así? ¡Desagradecido! Refunfuño, lleno de cólera. En ese momento mis pies se aflojaron, mis rodillas temblaban una abrazada a la otra y por un instante creí que el monstruo de mi infancia, el cual solía dormir en mi placar, saldría de entre los cajones guardados y me estrangularía hasta la muerte, como un matón enviado por la Cosa Nostra del sótano. Pero el piso comenzó a estremecerse debajo de mí, y como un inmenso estomago, soltó ruidos y gases por toda la habitación. Entonces, como un rayo precipitándose en la noche, la escoba que esperaba en un rincón acertó un golpe seco en mi sien y me desplomé rendido para tomarme de las manos con dos baldosas que esperaban en la caída. Una de ellas mordió mis dedos, y lo último de mis fuerzas se lo llevó un suspiro cuando besé el piso totalmente desvanecido.
Al despertar, no tenía idea alguna del tiempo transcurrido. Pero deduje que mi estadía allí había sido prolongada. Pude darme cuenta por el sol que viajaba a través de la pequeña ventana que colgaba sobre el patio trasero. Tres rayos bastardos he insignificantes quedaban pidiendo limosnas, un par de segundos más de vida en aquella tarde que moría. Miré a mí alrededor y todo parecía estar en completa calma. Menos mi cabeza que se quejaba ruidosa, lamentando su herida. Me incorporé y busqué el golpe, logré constatar por la sangre lo fuerte que había sido. Miré mis manos, estampé el coágulo en el pantalón, sacudí la tierra y, como pude, subí las escaleras para alcanzar la puerta a la casa. Apresurado, el picaporte socorrió mi mano, mientras los escalones levantaban mis pies uno a uno hasta llegar. Unas vez más el sótano se hizo oír. Lo siento mucho, dijo y el eco quedo rasguñando las paredes. Yo, por mi parte, dolorido, di media vuelta y antes de cerrar. Estás perdonado, le dije. Para qué están los amigos. Terminé. Y cerré la puerta.

Alfredo Castelli –Maria Juana –Santa Fe

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ENCUENTRO

Te me presentaste hermosa
como la más hermosa de tantas mañanas,
eras el placer de la arena húmeda
y de la frescura del río.

Lucho por tenerte, es cierto
y como aquellas golondrinas
que tantas veces vimos
te escurres a otros destinos,fuera de mi alcance.

Se me llena el corazón de noche
y en mi lecho tu desnudez me alcanza,
mis manos transitan en torrentes de caricias
y mis besos caen sobre la tierra fertil.

Conrado Tapia - Gdro.Baigorria-Santa Fe

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ETALACTICTICO

Y cómo cuesta no ponerme triste
en esta tarde abierta al viento norte,
no replegar mis alas y sumirme
en las suaves olas de mi lecho.
Entonces, ya acostada, hacer memoria
de algún afortunado parpadeo,
mi calculada prohibición, mi airosa
tristeza alimentada con argento.
Y cómo cuesta no volver el rostro
en dirección al fresco de violetas,
y preguntarme en dónde he malogrado
los últimos temblores de mi sangre.

Hubiera sido justo que en la hora
exacta del hechizo, cuando terso
aún tenía el rostro que tú amabas,
me hubiera vuelto yeso en la intemperie.

Delfina Acosta- Asuncion - Paraguay


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PERVIVIR

Impera calma en la solada
en el aire suena una gaita…
Brama insomne y resignada
y en maestría le canta.

A la efigie de la estela fúlgida
en el orden del firmamento
perviviendo diferida
en hálitos de sentimiento.

La sosía del aliento
de dedos en ciernes del corazón,
mella es sustento
de la inherente pasión.

Y la callada pertinaz
vuélvese referencia dolida
por la sevicia en solaz,
adherida, desmedida.

Resollar se anhela flama
en metáforas mecidas.
No trizas que desmembranan
el cendal de atardecidas.

De contundente somanta,
de impías huestes del sino,
Que inmundamente remata
un canto a símil de trino.

En los dedos avezados,
dilecta pasión de niño,
con decurso de los años
alunados en cariño.

Nanes ya son las preces…
Egolatría a la estela
ni miradas deferentes
de refugio a las estrellas.

Hacia la soez en permutas
que ante tal desmesura
se hace cabal la pregunta
¿Por los dolos se juntan?.

Subyacen, son, con aliento,
arrullan la faz del día
subvertido en pensamiento
la nostalgia se quiere alias.

Y se van marchando los días
llevando consigo latente fulgor,
la esperanza que escintila
mancillada en su dolor

Ana Arias Saavedra-España

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Para Gonzalo y su Guitar Circle


Sobre un lecho hondonado
vibra el silencio.
Llego, ocupo un nido,
percibo los reflejos
de cuerdas
que socavan.
Mi mirada navega,
giro el espacio
con un sudor que alista la ansiada espera
Ya vienen,
comienzan a tocar
y la desesperanza se aleja del poniente
el sonido par a par
abrigo luminoso,
blanco mantel despliega mil caminos
circunda mi piel,
elige el pecho,
y mi congoja,
avergonzada huye,
renacimiento,
rumor de notas en los ojos
reencontrados.
la música,
es cierta,
en esta noche mía.

Diana Luz Bravi –Rosario – Santa Fe

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ESBOZO

Sobre la mesa
de un bar
apoyada
una taza blanca
de café
El aroma
acaricia la mirada
ausente
Las manos
aferran la ilusión.

Ana Romano

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DESOLACION

Buscando el suspiro que en su levedad
te traiga a mis manos necias
levantare la vista de la vida
que aún se mira en tus espejos
cada mañana
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido
igual a luces de bengala
tardes que fueron marcos
de tu imagen
sonrisas con que siempre me aguardabas
palabras de aquel tiempo
hilvanadas
hoy tengo que quebrarlas con mis manos
¿ en qué hondonada esconderé mi alma
para no ver tu ausencia...desolada
que como un sol terrible...sin ocaso
brilla definitiva y despiadada?

Angela Grossi -Chañar Ladeado -Santa Fe

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TERREMOTO EN CHILE
PRIMERA PARTE

Sabado 27 de febrero 2010
Estaba con mi bebe de 6 meses en mi departamento, el que queda en el primer piso del primer block en la ciudad de Santa Cruz, eran como las 1:15 de la madrugada. Esperaba a Pablo (mi novio) que llegara porque estaba trabajando, me puse mi camisola y me acosté, mientras veía por la televisión el festival de Viña del Mar, me aburrí y encendí mi notebook para jugar GTA Vice City. Pasaron como diez minutos y sentí una extraña sensación en la cabeza y en el pecho, traté de seguir jugando, pero me sentía demasiado mal. Me levanté y fuí al baño, me mojé la cara, traté de vomitar, pero no pude. Volví a mi pieza media mareada, despertó la niña y le dí leche, cuando se durmió me acosté en la cama y traté de dormir.
Sonó mi celular, ví que era Pablo y contesté, quería decirle que me sentía así.
-Hola mi amor- me dijo
-Hola Pablo
-¿Estas ahí?-preguntó
-Sí
-No te escucho
-¡Pablo! ¿me escuchas ahora?-le decía casi gritandole
-Después hablamos- me dijo y cortó la llamada
No podía quedarme dormida y me sentía tan mal que me puse a llorar.
A la media hora después escuche que Pablo llegó y entró a la pieza
-¿Qué te pasa?-me preguntó
-No se
-¿Te duele la cabeza?
-No
-¿Te subió la presión?
-No
-¿Qué siente?
-Es algo distinto, una sensación extraña
-¿Le traigo algo?¿una pastilla?¿un té?
-No
-Aviseme si necesita algo, yo voy a estar con Manuel y otro amigo en el comedor
-¿Para qué me llamaba?-le pregunté
-Para salir con mis amigos a tomarnos algo a un local, pero como no te escuchaba cuando te llame les dije que vinieramos para el departamento.
Me levanté para ir al baño, mi bebe despertó y traté de hacerla dormir. Cuando se durmió traté de dormir, apague la luz, escuchaba la tele despacio, mientras tenía los ojos cerrados.

De pronto comenzó a temblar muy fuerte, tomé a la niña y se la pasé a Pablo que venía corriendo a buscarla, tomé un poleron de él y me lo puse mientras corría para fuera. Manuel nos gritaba que fueramos para la calle, yo corri y me aferré a la espalda de Pablo, él sostenía a la niña y sus dos amigos lo sostenian a él y entre ellos. Era terremoto sin dudas, pero no terminaba y en un momento pensé que el mundo se nos acabaría.Estabamos debajo de los cables de la luz, pero sería inutil correr porque nos caeríamos al suelo, todo se estremecía muy fuerte.
-Se nos va a caer el poste, pero quedense tranquilos-gritaba Manuel
Yo solo decia en mi mente “Dios ten misericordia de nosotros”, pensé que todo se desplomaría.
Todo se detuvo, Pablo le pasó la bebé a su amigo y fué a buscar algo para abrigarla, yo estaba muy mareada y tenía miedo de que viniera la réplica. Vi a dos jovenés llorando abrazadas cerca de nosotros, las demás personas comenzaron a aparecer y los vehiculos también.
Fuí a buscar al departamento zapatillas, ropa para cambiarme y para la bebé. Ví una vecina llorando sosteniendo a su hija en sus brazos, estaba sentada en el sillón, me hablaba desesperada diciendo que no había podido abrir la puerta, no podía responderle, no me salía la voz. Fuimos al auto de Manuel que lo dejó detrás de los departamentos, donde era mas seguro. Me senté en el auto con la bebé en los brazos, pensaba en mi mamá, traté de llamarla pero ningun celular lograba comunicarse. Al pasar como diez minutos Manuel dijo que se iria con su amigo a ver a sus familias, nos dijo que nos quedaramos ahí.
-Aurora ¿estás bien?-preguntaba Pablo
-Mi mamá, mi mamá- decía yo una y otra vez
-No nos podemos comunicar con ellos, yo tampoco puedo llamar a mi familia, ¿vamos a ver a mi mamá?
-No me quiero mover de aquí
Todos los vecinos salian con cosas para abrigarse y para pasar la noche afuera. Al rato apareció la mamá de Pablo para ver si estabamos bien y para que nos fueramos con ella, pero no podiamos irnos, porque el vidrio estaba quebrado y nos podían sacar nuestras cosas.Fuí a buscar el coche de la bebé para que durmiera en él, Pablo y yo nos envolvimos una frazada cada uno.
No dejaba de pensar en mis padres, ellos estaban viviendo en el campo, en una casa de adobe junto a mi cuñada y mi sobrina de nueve años, imaginaba que no alcanzaron a salir y se les cayó la casa encima. Mis dos hermanos estaban trabajando en Pichilemu, del maremoto no corrian tanto peligro porque su lugar de trabajo está alto, pensé que ellos estaban bien.
Todos creiamos que los blocks de cuatro pisos en los que viviamos se caerian, pero no fué así. Son varios blocks y cada uno de ellos tiene 16 departamentos. Unos vecinos del cuarto piso nos decian que no pudieron salir por el fuerte movimiento del piso. Hicieron una fogata y cuando comenzó a aclarar fuimos con Pablo al departamento a descansar, él durmió, pero yo no podía y si lo hacía despertaba a cada momento a sobresaltos...

Aurora Nataly

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JAVIER FERNÁNDEZ:

La camisa de Javier Fernández tenía una misión desconocida para todos los seres humanos, debía averiguar el modo, sin importar los métodos empleados, para conseguir la fórmula que sólo Javier recordaba tras la derrota de la C.NN.HH. (Confederación de Naciones Humanas) en la batalla de Río Segundo (Cba.) frente a las fuerzas del Capitán SyncMaster. Una mañana cualquiera como ésta, la camisa decidió tomar posesión de la agenda de su objetivo y allí descubrió que éste tenía planes extremadamente misteriosos para con ella. Javier había estado acumulando en un cesto los cadáveres de anteriores agentes que -descuidados- no supieron mantener su perfil bajo y cayeron ante la bravura del joven Fernández. ¿Qué destino incierto y fatal le esperaba en la lavandería? la camisa de Javier Fernández se preguntaba una y otra vez sin llegar a respuesta alguna; entonces, ahí decidió actuar con urgencia y apenas Javier abrió la puerta de su casa ella lo recibió con dos balazos, uno en el estómago y otro en la cabeza.

Ricardo Costa Brizuela

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6 comentarios:

  1. Apreciado Sergio:
    Felicitaciones por la Revista. Interesante selección de textos.
    Gracias por compartir y difundir la obra literaria de diversos escritores.
    Un saludo cordial
    Aanalía

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  2. hola sergio, gracias por este espacio que me proporcionaste. te informo que incorpore a mi taller literario en seguidores... por favor hace lo mismo... el blog nuestro es: traslasparalelasazules.blogspot.com
    y tenemos un muro en facebook: facebook.com/tlpa taller literario
    yo tambien tengo uno y es: facebook.com/rodrigo lescano...

    muchas gracias y sigan con este hermoso proyecto. rodrigo

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  3. Gracias Sergio por tu generoso trabajo , gracias por difundir a tantos poetas y permitirnos el placer de disfrutar sus poemas y compartir los nuestros ,
    Que este 2011 te reciba con alegría, paz y amor.

    Leonor Mauvecin

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  4. NO TE PERECE CONOCIDA LA FRASE "Buscando el suspiro que en su levedad" .. MÍNIMO DEBERÍAS AGRADECER AL AUTOR .. pff!

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  5. ¡Saludos!

    Por casualidad llegué a su blog y me encontré con la sorpresa de que el texto "DESOLACIÓN" cuenta con una frase que NO es propiedad de Angela Grossi. A continuación muestro la comparación entre el texto de Grossi y el texto del autor original, Rósel Castellanos :

    Texto de Angela:
    "Buscando el suspiro que en su levedad
    te traiga a mis manos necias"

    Texto de Rósel:
    "Buscando el suspiro que en su levedad te traiga hasta mis manos necias"

    Como lo mencioné anteriormente, estas líneas pertenecen a Rósel Castellanos, por lo cual solicito se realice la corrección y acreditación.

    Agradezco su atención.

    -Rósel Castellanos-

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  6. Agrego que la otra parte del poema "desolacion" de subio Angela Grossi, ¿No le pertenece al poema AUSENCIA de Borges? Revisar por favor

    AUSENCIA

    Habré de levantar la vasta vida
    que aún ahora es tu espejo:
    cada mañana habré de reconstruirla.
    Desde que te alejaste,
    cuántos lugares se han tornado vanos
    y sin sentido, iguales
    a luces en el día.
    Tardes que fueron nicho de tu imagen,
    músicas en que siempre me aguardabas,
    palabras de aquel tiempo,
    yo tendré que quebrarlas con mis manos.
    ¿En qué hondonada esconderé mi alma
    para que no vea tu ausencia
    que como un sol terrible, sin ocaso,
    brilla definitiva y despiadada?

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